«…. Ni Ezequiel, ni Soledad, ni Ángeles, ni Francisco, ni Matías ni Nadia volverán. Pero sus padres y madres nos unimos en un coro que los recuerda a través de la ayuda a quienes están atravesando el dolor infinito de quienes sufren la pérdida de un hijo….»
«…La discriminación a las víctimas no solo es notoria. También es ofensiva. Pues ante ese padecimiento, tras la muerte de un hijo, de un padre, de un hermano, tras la destrucción de familias enteras, ningún organismo del Estado puede continuar revictimizando a quienes debería proteger….!