
En 2016, la vida de Nuria Couto y Natalia Grenbenshikova fue brutalmente arrebatada en el barrio de La Boca por Mariano Bonetto. A pesar de haber sido condenado a prisión perpetua, hoy Bonetto se encuentra en libertad, generando una profunda herida en las familias de las víctimas y en toda la sociedad.
La Justicia, amparándose en la Ley de Salud Mental, lo declaró inimputable y ordenó su traslado a un centro psiquiátrico en Córdoba. Sin embargo, recientemente fue visto disfrutando de un partido de fútbol, como si el horror que desató nunca hubiera ocurrido. Para las familias, esta situación es una burla, una muestra de la impunidad que reina en nuestro país. «Se nos ríen en la cara», expresa con dolor la madre de una de las jóvenes.
Mientras la causa espera una resolución de la Corte Suprema de Justicia, un femicida que planeó y confesó su crimen camina libremente.
Desde Usina de Justicia acompañamos a las familias de Nuria y Natalia en su incansable lucha por una justicia que parece haberles dado la espalda. Exigimos respuestas y que se tomen las medidas necesarias para garantizar que un asesino de estas características no siga siendo una amenaza para la sociedad.
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