Néstor Valdez fue asesinado por delincuentes. A la impunidad que otorgan los jueces a los victimarios, se suma el desinterés social por un detalle que, al parecer, quita valor al hecho: la víctima era policía. Esta es la historia de un estigma social que justifica un homicidio perpetrado con saña y alevosía.
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